Diario de un periodista siciliano
Las películas amateurs de un periodista siciliano residente en Torino desde el 1932. En aquel año La Colla compra una cámara de 8mm, con la que graba muchos momentos de su vida, su trabajo o su tiempo libre: durante 10 años en su lugar de trabajo -la Gazzetta del Popolo-, en otros lugares de Torino, en Roma mientras visita a su prometida Adriana Panini, con la que se casa en el 1934 (y con la que tendrá dos hijos, Vito y Marco), en Orbetello, donde Italo Balbo parte para cruzar el Atlántico en avión, en Sicilia, dónde visita a sus parientes, en algunos países europeos, durante viajes de trabajo y placer, y en el frente de guerra, en Yugoslavia, donde tras el 8 de Septiembre de 1943 le confiscan la cámara.
Las películas de Nicolò La Colla representan la mirada de un hombre de su tiempo, partidario de la Italia fascista de los años 30, apasionado por las nuevas tecnologías y miembro del movimiento internacionalista del Esperanto.
El usuario puede explorar la colección a través de una amplia selección de secuencias rodadas por La Colla. Es posible ver el material fílmico digitalizado, subdividido en 33 clips con una duración total de más de 3 horas, por orden cronológica o a través del menú. Los breves textos, insertados en los títulos, en las explicaciones o sobreimpresionados, introducen, contextualizan y dan indicaciones precisas acerca de las personas, lugares y situaciones que aparecen en las películas. La información ha sido recogida a través de un trabajo de investigación, documentación y catalogación. El montaje y edición del vídeo se ha realizado a través del software Klynt.
(textos realizados por Karianne Fiorini)
Protagonistas
Nicolò La Colla nace en Salemi (TR) el 30 de Abril de 1898. Esperantista y aficionado a la fotografía, se acerca poco a poco con curiosidad a los nuevos dispositivos técnicos del cine, y en el 1932 decide comprar su primera cámara para experimentar con el formato 8mm recientemente producido por la Eastman Kodak. La posibilidad de grabar los momentos más bellos de su vida hará que La Colla no se separe de sus bobinas, trípode y cámara, procurando mejorar cada año su estilo incorporando el trípode para dar estabilidad a las imágenes o poder formar parte de sus propias películas. Experimenta el cross-fade, realiza los títulos con la ayuda de un compañero tipógrafo y los incorpora en las películas. Nicolò La Colla es un periodista. Desde mediados de los años 30 escribe para la Gazzetta del Popolo de Turín, ciudad donde se muda tras seguir a D’Annunzio en su “empresa” de Fiume. La profesión de periodista es un empleo que su hermano mayor Pasquale le ha encontrado para que pueda dejar la sede del Radiocorriere, donde había conocido a su futura mujer, Adriana Panini (1904-1948). Se acerca a la burguesía turinesa, adecuándose a los ritos, yendo a sus lugares de encuentro (como las piscinas, el hipódromo o las fiestas privadas), que graba en sus películas. Se casa en el 1934 en Roma, donde su mujer se había mudado por motivos profesionales, para después volver juntos a Turín, dónde nace su primogénito Vito Silvio y en el 1940 su segundo hijo, Marco. Cuando estalla la guerra parte hacia el frente, y estará ausente de su casa y su trabajo durante varios años. En los años anteriores a la guerra La Colla graba diversas películas: vacaciones, excursiones, reuniones familiares, ceremonias, todas rigurosamente en blanco y negro. La única película en color será una rodada en la Navidad del 1942 (casi seguramente el 25 de Diciembre) en Salemi, durante un permiso navideño. El 8 de Septiembre del 1943, el capitán del Ejército La Colla, que se encuentra en Croacia, es arrestado por los alemanes e internado en un campo de concentración. Durante su arresto le fueron confiscadas la cámara y la cámara de fotos con la promesa de que le serán restituidas cuanto antes. Pero ambos aparatos no serán nunca restituidos. En los diversos campos de concentración por los que pasa, por convicciones políticas, pero también para sobrevivir al hambre, Nicolò se une a la Repubblica Sociale de Salò, y es liberado. En los primeros meses del 1945 vuelve al Piamonte, al pueblo de Baldissero Canavese, al Norte de Turín, dónde desde hace dos años se encuentran su mujer e hijos. Retoma su vida en Turín tras el final de las hostilidades. Pierde su puesto de trabajo en el periódico y encuentra empleo en la empresa textil UNNRA. En Agosto de 1948 muere su mujer, Adriana. Vito Silvio y Marco son acogidos por sus hermanas solteras, las profesoras Vita y Carolina, que viven en Palermo, y allí inician una nueva vida. Nicolò La Colla se queda todavía algunos años en Turín, donde organiza algunos viajes en autobús a los congresos universales de Esperanto en Malmö, París, Munich y e Oslo. En Palermo, desde el 1955, trabaja como publicista y periodista. Ya jubilado se centrará en el Esperanto, fundando diversos clubs dedicados a la lengua internacional y dando clases de la misma, además de publicar gramáticas y realizar viajes a congresos nacionales e internacionales. Tras las dificultades de la postguerra, la pérdida de su trabajo y de su mujer Adriana, no podrá comprarse una cámara y volver a filmar hasta el 1956. Muere el 25 de Mayo de 1984. Está enterrado en el panteón familiar de Salemi, donde descansa también su mujer, Adriana.
La Colección
La Colección La Colla fue donada por su hijo Vito al Archivo Nacional de Películas Caseras en diversos momentos, a partir de 2004. Las películas, conservadas hasta entonces en el domicilio familiar de los La Colla, están rodadas en 8mm. Tras adquirir el material, éste ha sido sometido a una restauración conservativa y ha sido digitalizado. La reordenación ha sido realizada gracias a la colaboración de Vito La Colla, a través de sus testimonios realizados en diversas entrevistas telefónicas realizadas entre el 2004 y 2010.
La colección está compuesta por 20 bobinas en formato 8mm, con una duración total de aproximadamente 4 horas y 30 minutos, y fueron grabadas entre 1932 y 1960. Nicolò La Colla comenzó a grabar a partir del 1932 y lo hace de manera continua hasta el 1943, cuando, encontrándose en Croacia como oficial del Ejército, le viene requisada la cámara. Vuelve a filmar en la postguerra, en el 1956. Usa la cámara para documentar escenas de vida cotidiana en el escenario de la alta burguesía turinesa, las excursiones con sus colegas de la Gazzetta del Popolo, las reuniones familiares con su madre, Vincenzina Scariano, sus hermanas, Carolina y Vita, sus tres hermanos, Pasquale, Stefano y Francesco, su hermano gemelo, y su matrimonio con Adriana Panini, celebrado en 1934 en Roma, y grabado por su hermano, Pasquale. Desde el 1935, tras el nacimiento de su primogénito, y el 1940, cuando nace su segundo hijo, su atención se dirige a sus hijos y a los momentos pasados con ellos y con su mujer en Turín y durante sus vacaciones. Aparte de escenas familiares, el cineasta dirige su atención a eventos históricos, como la salida de Italo Balbo desde Orbetello para atravesar el Atlántico en avión en Julio de 1933, y los juegos universitarios internacionales en el Estadio Mussolini de Turín en Septiembre del mismo año. Como esperantista participa en diversos encuentros nacionales e internacionales de Esperanto a partir de los primeros años 30, documentando los congresos de Colonia (1933) y Vicenza (1935). En el 1943 graba escenas durante su misión militar en Croacia, en Dubrovnik, ciudad por entonces yugoslava, a veces oficiales y a veces relativas a su tiempo libre. Esta última película cierra la fase “amateur” de Nicolò La Colla, que no volverá a grabar hasta el 1956, cuando volverá a vivir en Palermo.