Las películas del Fondo Di Segni también incluyen imágenes alejadas de la dimensión familiar.

En este caso, un acontecimiento tan excepcional como catastrófico como la erupción del Etna se convierte en parte de la historia en imágenes que Salvatore Di Segni realizó en noviembre de 1928.

Entre el 2 y el 7 del mismo mes, se abrió una fractura bajo el cráter central del volcán.

El flujo de lava resultante se derramó sobre las ciudades situadas más abajo, golpeó una sección del ferrocarril Circumetnea y alcanzó la ciudad de Mascali, destruyéndola en pocos días.